“Hay ocho direcciones en las
que podemos alejarnos del centro,” dijo Wisteria. Y dibujó el siguiente esquema
en la pizarra.
SUDESTE SUR SUDOESTE
ESTE CENTRO OESTE
NORESTE NORTE NOROESTE
Hasta ahí bien. Nada nuevo. Son
las mismas direcciones en las que nos movemos los occidentales.
Wisteria entonces dijo que
había un trigrama para cada una de estas direcciones.
Un trigrama es cualquiera de
ocho combinaciones de lineas rotas o enteras que se utilizan en la adivinación
china.
El esquema de abajo muestra
estas ocho combinaciones, una para cada dirección en la que te puedes mover del
centro.
Como se ve en el dibujo,
cada combinación o trigrama tiene un nombre.
Por ejemplo, el trigrama que
corresponde al Norte se llama Kan, que significa agua. Y así todos.
SUDESTE SUR SUDOESTE
SUN
LI KUN
MADERA FUEGO TIERRA
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ESTE OESTE
CHEN TUI
TRUENO
CENTRO LAGO
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NORESTE NORTE NOROESTE
KEN KAN CHIEN
MONTAÑA
AGUA CIELO
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Cada persona está vinculada
a uno de estos trigramas.
Para que las cosas te vayan
bien, es necesario que la puerta de tu casa esté en la dirección que corresponde
a tu trigrama. Si no lo está, nunca serás tan feliz como podrías ser.
Por supuesto todos queríamos
saber cuál era nuestro trigrama. Pero Wisteria Tai tai estaba trabajando para
Michael. Así que todos observamos con interés mientras ella buscaba el trigrama
del léprecan.
Encontrar el trigrama de
cada persona requiere una operación fácil pero algo sexista. Se hace de una
manera para los hombres y de otra para las mujeres. Ambos hombres y
mujeres tienen que añadir ciertos números de una lista al año de su nacimiento.
Pero los hombres también tienen que restar seis del resultado obtenido.
Entonces los números obtenidos se suman entre ellos para reducirlos a un solo
dígito. Esto se hace ya seas hombre o mujer. Y ese número es el número del trigrama del consultante. Y ese trigrama le dice al consultante donde debe
estar la puerta de su casa para evitar la mala fortuna.
Por supuesto hay que tener
en cuenta que el año chino no comienza al mismo tiempo que el europeo feérico.
Comienza meses más tarde. Nuestro año comienza el uno de noviembre. El año chino
depende de la luna y puede comenzar en enero o en febrero. Cada año, el día del
comienzo es distinto.
“Así que una puerta en la
dirección equivocada explica porque hay tanto infeliz,” se burló Fergus.
Tras encontrar el trigrama
de Michael, Wisteria comenzó a hablarnos de los cinco elementos chinos. Las
hadas europeas tenemos cuatro: fuego, agua, aire y tierra. Los alquimistas dicen que existe un quinto elemento, el eter. Pero los chinos distinguen cinco elementos, que son metal, agua, madera, fuego y tierra.
Los cinco elementos tienen
un CICLO GENERADOR. El metal contiene agua, el agua nutre a la madera, la
madera alimenta al fuego, el fuego produce tierra y en la tierra se halla el
metal.
Pero los cinco elementos
también tienen un CICLO DE DESTRUCCIÓN. El metal corta la madera, la
madera consume a la tierra, la tierra absorbe el agua, el agua apaga el fuego y
el fuego derrite el metal.
Si hay un exceso de un
elemento o una falta de otro no habrá buena suerte. Los desastres sucederán.
Por ejemplo, demasiada agua va a apagar el fuego, y eso significa que no habrá
tierra que produzca metal, etcétera.
Yo podía ver que algo de
sentido había en todo esto, y estoy de acuerdo en que el equilibrio es
fundamental para que las cosas funcionen, pero la relación entre algunos de los
elementos me parecía un poco extraña. No era el único que no lo veía claro.
“Estoy seguro de que yo
contengo mucho más liquido que la mayoría de los metales,” protestó Fergus.
“Liquido sí, pero no creo
que sea agua,” contraatacó Brana, que era una firme creyente en la sabiduría
del Este.
Todos, y sobre todo el
Abuelo Conejo, se pusieron a reír. Salvo Wisteria Tai tai, que frunció el ceño.
No le gustaba que interrumpiesen su clase, y no tardó en imponer orden y reanudarla.
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