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sábado, 25 de abril de 2020

21. Ratio



Mientras las hermanas estaban maldiciendo a Shakespeare, murmurando y amenazando, sus cabelleras rosadas se volvieron de un azul violáceo. Luego oscurecieron aún más, volviéndose de un negro azabache. Entonces sus pelos se pusieron de punta tiesos como lanzas que apuntaban al cielo.  

Tres pequeñas nubes oscuras se materializaron sobre sus cabezas y crecieron hasta chocar entre sí, dando lugar a una tormenta de lluvia, rayos y truenos. Los rayos caían hacia arriba en lugar de hacia abajo, y uno dio a la rama de un árbol, seccionándola. Esta cayó de golpe sobre el centro de nuestra mesa. Las hermanas estaban empapadas en la lluvia que soltaban las nubes, pero no se inmutaban. Estaban demasiado enfadadas con Shakespeare para que les importase el tiempo.    

Antes de que el Sr. Binky pudiese comenzar a disculparse profusamente por haber llegado tarde y acompañado, Sabática empezó a gritar algo que  sonaba como lo que anoto abajo.

“Mungo! We’re here tae help fowk learn! Noo pey attention! Open yer lugs! Fatna salmons ye wantin? Hoo monie?”

Eso creo yo que quiere decir algo como que estaban ahí para ayudar a la gente a aprender. Sabática le pedía al ministro que prestase atención, abriendo bien las orejas y le preguntó cuántos salmones necesitaba. Sí, cuántos.

“Fuftie thoosan! To begin with!”

Sí, cincuenta mil para empezar, fue la respuesta del Sr. Binky. Estaba convencido de que las hermanas se emocionarían al ver el buen negocio que les ofrecía. Y sin duda las impresionó, aunque no como él esperaba.

“Hoot! Clear the tatties oot yer lugs! Fuftie thoosan!” exclamó Sabatica.

Eso de hoot es una expresión de asombro. Se volvió a sus hermanas y las dijo que se sacasen las telarañas de los oídos porque el ministro había dicho que cincuenta mil y eso era digno de oír.

La reacción de Luxviminda no se hizo esperar.

We shallna dae it!” gritó Luxviminda, y eso quiere decir que no lo harían.  Se levantó indignada. Y para que todos los presentes entendiesen lo que iba a decir, lo dijo en el inglés de la reina. “No pienso abrir un criadero de peces. Me cuesta lo mío controlar a un sólo salmón. ¡Ni doble ni triple trabajo! ¡Sería infinito trabajo y follón!”

Resultó ser que Sabática era el hada buena que concede años sabáticos a docentes agotados.

¡Explotacion! ¡Me quemo sólo oyéndolo! Nos concedo a mis hermanas y a mí un año sabático por razones humanitarias que comienza a partir de ahora mismo.¡Nos fuimos!

Sabática y Luviminda estaban a punto de desaparecer en un tris cuando Espiridula se levantó para decir algo también.

“El bairn se ha zampado todas las avellanas que cultivamos para alimentar a MacMor. ¿Qué le daremos de comer ahora a nuestro pobre pececito?”

El bairn, que significa niño, era, desde luego, Alpin. No había dejado una sola avellana en los avellanos. No estaba avergonzado de esto. También se había comido las sobras de la merienda y quería saber por qué no habían servido emparedados de salmón.

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