Prefacio
Saludos desde La Mancha,
donde siempre ha habido quien se apoltrona en alguna parte con sus libros, pierde la cabeza y se
tira a la calle para romper una lanza oxidada en defensa de lo imposible.
Estos cuentos están escritos
en español feérico. Eso quiere decir, por ejemplo, que las tildes son mariposas que se posan
donde quieren, y ese no es siempre su lugar. También se dan otras
particularidades. Por ello rogamos tolerancia y comprensión con lo diverso.
Para leer los trescientos diecinueve capítulos disponibles aquí, sólo tienes que escribir con números, y no con letras, el número del capítulo que quieres leer en el buscador que hay arriba del todo a la derecha. No te fíes de los cartelitos que ponen eso de capítulos anteriores o posteriores. No hemos podido controlar el orden. Tampoco hemos podido meter todos los capítulos dentro de un mismo mes en el archivo. Por lo visto sólo caben unos cien al mes. Por lo tanto, hemos retirado el archivo, al menos de momento. Así que lo dicho, pon el número del capítulo que quieres leer en cifras y no en letras en el buscador de arriba del todo a la derecha. Debería aparecer. Los capítulos doscientos ochenta y nueve y doscientos noventa tienen dos partes. Pero ambas aparecerán si escribes el número del capítulo.
Estos cuentos están aquí para ser disfrutados por quién quiera y pueda disfrutarlos. Aquel que, distraído y abrumado por sutiles sombras, no vea la luz que emana y rebosa de estos cuentos debería pedir cita con el oftalmólogo feérico Casimiro. Así es la magia.
Si has llegado hasta aquí, Gracias
por tu atención y muy feliz seas.
A continuación, las páginas del índice de capítulos. ¡Ah! Por si quieres volver al prefacio y al índice o tabla de contenidos, escribe prefacio en el buscador de arriba del todo a la derecha.

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Doscientos noventa y uno: Historia de un fantasma diminuto
Doscientos noventa y dos: ¡Sigue respirando!
Doscientos noventa y tres: Un juego peculiar
Doscientos noventa y cuatro: Juego de gatos
Doscientos noventa y cinco: El Señor de las Jaulas
Doscientos noventa y seis: A capa y no a
espada
Doscientos noventa y siete: Recordar todo
Doscientos noventa y ocho: Tarde, pero nunca es tarde
Doscientos noventa y nueve: El Buen Buque Indignante
Trescientos: Brotar
Trescientos uno: El robo del pelucón
Trescientos dos: Batalla de flores
Trescientos tres: La Vía de las plantas venenosas
Trescientos cuatro: Peso mariposa
Trescientos cinco: La aguja colipinta de Pedro Enjoyado
Trescientos seis: Un árbol desaliñado y una cesta verde y amarilla
Trescientos siete: Los Teos
Trescientos ocho: El quinto peine
Trescientos nueve: Los fantasmas de la casa parroquial
Trescientos diez: En el astillero de la Universidad de Tímote
Trescientos once: Oculto en un cañaveral
Trescientos doce: Los Abismales
Trescientos trece: La Universidad de Tealzo
Trescientos catorce: La canción de Esmeraldo
Trescientos quince: La ley de tal para cual
Trescientos dieciséis: La dueña original del buque El Indignante
Trecientos diecisiete: Las Siete Virtudes Remediales
Trescientos dieciocho: Los otros habitantes del Castillo Nube
Trescientos diecinueve: El coro de los coronados

Hay trescientos diecinueve capítulos ya disponibles aquí, incluyendo las cartas lunares. Para leer cualquier capítulo, escribe su número en cifras en el buscador que hay arriba a la derecha. no lo escribas en letras. Para leer los capítulos en inglés, ve a
talesofamincedforest.blogspot.com.
Gracias.
¡Muy feliz seas!
¡Viva la bondad!
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